Sin excusas: A la vida hay que echarle ganas
TXT Lina Holtzman Warszawski
Arath de la Torre es un conocido actor, humorista, que se ha destacado por su carrera en la televisión, teatro y cine mexicano. Su espíritu y sangre ligera lo han hecho soportar los vaivenes de la fama y de su vida personal.
Los últimos meses no han sido fáciles para nadie, sin embargo, Arath no se ha despegado de sus sueños, de los escenarios y de su férrea disciplina tanto en lo público como en lo privado. Esta mañana dijo más del momento en el que está viviendo junto a su familia durante la contingencia sanitaria y siempre con buen ánimo.
Arath platicó a corazón abierto con Lina Holtzman de lo que lo mantiene con vida en la dura carrera de la actuación. Sí, porque si vas a perseguir tus sueños desde tu cama, vas a quedarte ahí, soñando; incluso vas a dejar de tener anhelos, pero si te levantas a atraparlos, como es el caso de la obra de teatro Sugar, y dices, “Hoy es un día nuevo, hoy vuelvo a empezar, hoy me levanto, hoy tengo la oportunidad de hacer las cosas mejor de como las hice ayer”…
Creo que para el éxito hay una fórmula muy clara: la disciplina, la tenacidad, la perseverancia, la puntualidad, el que te guste tu trabajo, el que lo goces… una actividad en la que crees buenos ambientes, que te preocupes por lo que estás haciendo y no nada más vayas a cumplir. Hablabas del perfeccionismo y, sí, me exijo demasiado a mí mismo; no me gusta dejar una escena inacabada. Trabajo en aquellas que tengan una razón de ser y algo que decir. Imagínate lo que pagan los anunciantes en televisión por un minuto al aire.
No todo ha sido de lo mejor
Por momentos la salud le ha jugado en contra por momentos al carismático actor, donde hasta su movilidad se vio comprometida. En una platica previa con Lina, Arath de la Torre habló de los retos que enfrentó para su movilidad.
Yo llegué a tocar fondo en muchas situaciones, hasta que la vida me puso en jaque. Por ejemplo, puedes transitar por una calle y en ese momento pasa un coche muy cerca por detrás de tu vehículo y dices: “¡Uy, qué cerca estuvo!” Pero cuando la situación que se plantea es una cirugía, todo lo que conlleva, los estudios, estar viendo después de la operación, la rehabilitación, fue cuando pasaba por mi cabeza “¿qué voy a hacer si no camino?” De hecho, me aventé dos meses grabando la telenovela, fracturado, con un dolor por el que yo le pedía al de allá arriba: “Neta, apaga la luz porque ya no quiero estar sufriendo”. Nos acostumbramos a vivir con el dolor y a trabajar, relató de la Torre.
Ya cuando desperté de la operación, empecé a nacer de nuevo, volví a valorar, se empezaron a quitar los dolores, comencé a caminar poco a poco, a rehabilitarme, pero sí pensaba en si se acabaría mi carrera, mi misión en esta vida como artista, por esa situación. Por eso ahora me cuido más, no hago tonterías y ahora que ensayo, me fijo más en los pasos para no cometer errores fatales porque yo ya estoy en esa situación de riesgo, pero aquí estoy contento, experimentando en una geografía distinta, con gente muy talentosa, de la que me estoy rodeando.Veo a la actuación como al tenis: si te enfrentas alguien que no sabe jugar muy bien, te aburres, te bajas, te da flojera, pero si estás con ese tipo de jugadores que son de grand slam, tienes retroalimentación y creces, porque ellos te mandan la pelota a la esquina, hay un intercambio. De hecho, hay ejercicios en los yo recibo la pelota y te la vuelvo a aventar. Es interesantísimo, los procesos son apasionantes, porque para llegar a la letra A, justo hay una serie de “subletras”. Esto es un fragmento de la entrevista que dio a Lina Holtzman para la edición de noviembre 2019.