Adamá, la tierra como génesis de vida
TXT Lina Holtzman Warszawski
GLOW!: Compártanme, por favor, ¿por qué el proyecto se llama “Adamá”?
José Ruzansky Cohen: El nombre “Adamá” surgió cuando estábamos pensando en diferentes posibilidades y le pedimos recomendaciones a mucha gente, porque Alberto y yo pensábamos que no éramos lo suficientemente creativos. Pero nos pusimos a pensar que tenemos algo muy en común: el básquetbol e Israel. Nuestros mejores viajes siempre ha sido a la Macabeada. Yo viví en Israel un año, cuando era pequeño.
GLOW!: Las Macabeadas son un especie de Juegos Olímpicos pero locales de las comunidades judías de todo el mundo, es importante que nuestros lectores lo sepan…
José: Así es. La familia de Alberto es muy sionista y el significado de Israel va mucho más allá de simplemente ser un país judío; nos importa toda la parte de creación… y “Adamá” significa “tierra”. Al final, nosotros, lo que hacemos son productos que vienen de la tierra y que, además, es la base de todo. De ahí nace “Adamá”.
Glow!: Gracias José. A ver, Alberto, te tengo otra pregunta: ¿en qué momento se dieron cuenta que sí eran creativos?
Alberto Achar Gitlin: Primero con la idea. Al tener la idea. Es un paso enorme y después al llevarla a cabo. La creatividad no está solamente en el diseño, la pintura o el arte, sino también en ejecutar un proyecto que tengas en tu cabeza y la manera de originarla. El proceso es también parte de la creatividad. Y para agregar, un poco al nombre, aunque como ya dijo José, “Adamá” es la tierra, justamente nuestro producto va desde el campo hacia las casas.
Glow!: ¿Saben cómo sé yo que sí son creativos? Porque están viendo cosas en la cotidianidad, y el verdadero artista (no necesariamente me refiero a un artista plástico) sino al artista que crea algo nuevo, el que es creativo, es quien en el día a día ve las cosas especiales y creo que así es como nació “Adamá”, ¿cierto? ¿Por qué no nos lo comparten? La génesis de “Adamá”.
Alberto: Sí, así es. “Adamá” es un producto muy especial que se crea a base de una necesidad y un gusto, que es el comer en tortillas de nopal, con el sentimiento de que están hechas al momento, que están recién calentadas, que vienen de la tierra directamente para nosotros. Una experiencia totalmente diferente de otras tortillas que hemos tenido en nuestras casas anteriormente. Queremos, precisamente, transmitir esa experiencia, desde la producción, y cómo se involucran las personas clave, hasta el final, que llega la tortilla a tu boca.
Glow!: A ver, yo no puedo olvidar que por un lado estoy entrevistando a dos empresarios, pero al mismo tiempo estoy hablando con dos estudiantes de universidad, y eso yo lo quiero dejar muy claro porque me parece todavía más aplaudible. José, tú estudias…
José: Finanzas.
Glow!: ¿Y Alberto?
Alberto: Ingeniería industrial.
Glow!: ¿Cómo descubren que hay una oportunidad de satisfacer, como bien dijo Alberto, una necesidad y un gusto?
José: Primero que nada lo vimos de manera muy personal, es decir, los dos ya éramos apasionados de este producto.
Glow!: Que es un producto que tú descubriste en tu casa.
José: Exacto. Es un producto de la casa que se hace aparte de dos… bueno, la persona que lo hizo por primera vez es una persona muy especial.
Glow!: ¿Cómo se llama?
José: Se llama Agri, Agripina, es su nombre completo y su hija se llama Adelfa. Son dos personas que de verdad llenan de luz la casa. Ade tiene un hijo que se llama Santi y llevan trabajando con nosotros diez años tal vez, son personas muy serviciales, que lo hacen con mucho gusto y nos quieren mucho. Son parte muy importante de nosotros. Cuando te llega tu primer producto de Adama recibes con él una carta que explica que esto se trata de ofrecerte un poquito más que una tortilla o un sope. Es lo más difícil, porque no es sencillo darle a entender a la gente que quieres darle un poco más que solo el producto que se está comprando. Entonces buscamos conectar al cliente con Agri y darle a entender que Adamá un producto que está hecho con mucho amor. Nosotros usamos la palabra “amor” en nuestra etiqueta porque creemos que es parte de cómo elaboran ellas el producto. Respondiendo a tu pregunta con mayor claridad: a mí me gusta comer tortillas de nopal y a nuestros papás les gusta y nos gustan mucho más estas tortillas que cualquier otra tortilla de nopal que hemos probado en otros lados, y no tenemos maquinas, y no tenemos una empresa enorme en donde puedes hacer este tipo de tortillas, pero sí sabemos que estas personas las elaboran y que las hacen muy bien.
Glow!: Dices “queremos conectar a quien coma una de estas tortillas con Agri”. ¿Cómo lo logran?
Alberto: Por medio del proceso. Todo nuestro proceso es artesanal; es decir, ellas compran la materia prima, ellas hablan con lo proveedores, ellas consiguen los espacios, las herramientas, los materiales y elaboran el producto en su cien por ciento. Nosotros estamos en una parte un poco más administrativa y operativa, en cuanto a finanzas y contabilidad y demás, pero la parte de producción, las personas que las hacen con sus propias manos son ellas.
Glow!: ¿Ellas son empresarias ahora?
José: Exacto. Ade, que es la administradora, ya se convirtió en una empresaria. Yo tengo mucho contacto con Ade y siempre trato… yo tampoco me considero un empresario como tal, porque es muy difícil, pero trato de transmitirle la mayor cantidad de conocimientos que puedo; vaya, siempre es: “Jo, subió el nopal”. Entonces le pregunto por qué y me responde “por el frío”. Le aconsejo que hay que negociar, que hay que ver si necesitamos más producto. Por una parte ella está aprendiendo mucho y, por otra parte, yo también, y estamos aprendiendo a delegar, porque no podemos hacerlo todo nosotros. Y ahora estamos entendiendo que una de ellas también lo puede hacer y que lo hace muy bien. Por ejemplo, Ade nos marcó para decirnos: “chavos, conseguí un precio de los platos que usamos más barato, porque los vamos a usar todo el mes” y estaba muy emocionada; ella lo logró y le aplaudimos y lo más increíble que hacemos nosotros es que si ella sólo fuera una persona que nada más trabaja para nosotros y no sentiría este sentimiento de pertenencia no creo que le daría tanta satisfacción o estaría buscando tanto lograr reducir 50 centavos de un plato.
Glow!: Independientemente de que el nombre sea en hebreo, estos productos son un homenaje a México.
Alberto: Claro. Cuando empezamos con ese proyecto, la primera vez que nos sentamos a hablar con Ade ahí en Valle [de Bravo], ella estaba un poco nerviosa porque su hermana hace unos pasteles muy ricos allá y trabajaba para una pastelería muy famosa, y le robaron la identidad, le robaron los pasteles y le robaron todo. Al final, hoy los pasteles tienen una marca pero no una historia detrás, ni el proceso, ni el nombre, ni el sello de la persona que los hace. Nosotros buscamos que se trabaje de manera justa, que con la cantidad de personas con las que lleguemos a trabajar en esta empresa el trabajo sea bien remunerado y lleve el nombre correcto, es decir, que la gente sepa que el trabajo está hecho por ellas. Es un producto que genera que la gente vea y busque otras maneras de cómo involucrar sus compras o que los consumos sean de procedencia de manos mexicanas y sea un comercio y un trabajo justos.
Glow!: A ver, mientras tanto, ustedes tienen compañeros; algunos de ellos no trabajan, otros se dedican a hacer servicio social, nada más, quizás otros hacen pasantías. ¿Por qué comento esto? Ustedes están adquiriendo una responsabilidad de un empresario de otra edad. De entrada ya de un egresado, y muy pocos son los egresados que su primera chamba es su propia empresa. Es una responsabilidad. Una gran responsabilidad. ¿Cómo la llevan?
Alberto: Sí, es una gran responsabilidad; lo que hacemos es ir al ritmo que creemos adecuado. No nos aceleramos, pero no vamos muy lentos, no echamos la flojera, nuestros tiempos libres… tenemos nuestros horarios establecidos para trabajar, nuestras fechas para trabajar, nuestras metas semanales, nuestras metas mensuales. No te voy a decir que tenemos objetivos a largo plazo, porque no sabemos que es lo que está pasando todavía y no queremos que se nos salga de control. Pero sí, nuestro tiempo lo ocupamos de la manera más eficiente y efectiva para generar frutos.
Glow!: Muy bien. A ver, en sus familias hay papás, tíos, abuelos, que saben mucho de negocios, ¿qué tanto se involucran ellos en Adamá?
José: Es un poco difícil, porque tienen otros tipos de conocimientos u otro nivel en los negocios. Claro que nos apoyan muchísimo, con muchos tips, pero yo creo que lo que más hemos aprendido es de verdad en la practica, equivocándonos. A la siguiente semana de une quvivocación ya sabemos cómo resolver el asunto en cuestion si se repite. Como dice Beto, no nos estamos aventurando al máximo. No queremos que nuestro crecimiento vaya al parejo de nuestros errores. Queremos tener una curva de crecimiento que vaya relacionada pero de manera proporcional siempre con los errores y con la responsabilidad. No te voy a decir que quiero tener 500 empleados porque eso quiere decir que voy a tener la responsabilidad de 500 personas; tengo 21 años y sé que no somos capaces de tener esa responsabilidad hoy. Hemos crecido de manera muy controlada y estamos muy contentos de ello; nuestros errores los hemos sorteado y sabemos cuál es nuestro peor escenario y sabemos… al final sabemos que si esto pasa sabemos, puede ser con un plan difícil, pero sabemos cómo arreglarlo y así es como hemos aprendido mucho de lo que hemos estado haciendo.
Glow!: Adama nació este año.
José: Así es.
Glow!: ¿En qué han cambiado ustedes, cuál ha sido el aprendizaje que Adamá les ha dado? Es decir, ¿cómo eran distintos antes y después de Adamá? Como personas.
Alberto: Hay distintas maneras, como personas y por decir empresarios también. Como persona primero que nada, nos da a entender, cañón, que para llegar a lo que quieres, al éxito, nada es gratis, nadie te regala nada, nada viene en bandeja de plata; para lo que quieres se tiene que trabajar, y mucho. Las cosas no siempre salen como quieres, siempre hay algo mal y puede repetirse o pueden ser miles cosas nuevas. Todo va cambiando, pero siempre, si no te rindes, sales adelante y sales de una buena manera.
Es decir, hemos tenido problemas con clientes, con proveedores, con nosotros, con muchas cosas y todo el tiempo tenemos que seguir motivándonos y mitigando el siguiente error y la siguiente responsabilidad que vamos a tener para llevar a cabo todo de manera correcta. También te enseña sobre el trabajo justo. Un ejemplo: A veces no logras entender el trabajo que les cuestan las cosas a los demás. Hay quienes llegan a un puestito y quieren regatear los precios, No, la gente también se esfuerza y se esfuerza por el trabajo que hace y tiene que ser una actividad más justa y mejor remunerada.
José: A manejar la frustración, creo que es algo que también hemos aprendido mucho. Al principio, si salía algo mal era una catástrofe. Pero hoy ya no.