Isaac Hernández, el mundo a sus pies…
TXT Lina Holtzman Warszawski
Este joven originario de Jalisco y nacido el 30 de abril de 1990, acaba de grabar su nombre en la historia del ballet al ser reconocido como el mejor bailarín del mundo. En junio pasado obtuvo el Premio Benois de la Danza, considerado como el máximo reconocimiento que puede alcanzar un bailarín (algo así como el “Nobel” del ballet).
Primeros pasos
Sus padres, los exbailarines Héctor Hernández y Laura Fernández, le sembraron el gusto por la danza y lo iniciaron con una formación estricta desde los ocho años.
Su talento innato y disciplina lo llevaron, sin una educación formal y a base de apoyos gubernamentales, a estudiar en el extranjero. A muy corta edad recibió ofrecimientos de becas de las escuelas de ballet más prestigiosas del mundo. Fue así como el niño prodigio de la danza dejó su hogar a los 12 años para estudiar en la Rock School for Dance Education, en Filadelfia, EEUU.
Genio en movimiento
Al comenzar su trayectoria apenas habiendo dejado atrás la infncia, no sorprende que con tan pocos años ya ha sido miembro del American Theater en Nueva York, del San Francisco Ballet, bailarín principal del Ballet Nacional de Holanda y principal artista del English National Ballet de Londres de 2015 a la fecha.
Por si no bastara, clausuró la gala de ballet en los juegos olímpicos en Sochi, Rusia, en 2014, y en diciembre de 2015 vivió uno de los momentos más emocionantes de su carrera profesional al ser el primer mexicano en debutar ante el exigente público del ballet de la Ópera de París, en el histórico Palais Garnier.
En fin, es difícil plasmar la impresionante trayectoria de este talentoso artista en tan poco espacio, así que solo resta decir que Isaac Hernández se ha presentado en los más importantes escenarios de ballet del mundo, en más de 20 países en los cinco continentes.
Además del Premio Benois a la Danza, que ya hemos mencionado, Isaac ha recibido importantes distinciones internacionales de ballet entre los que destacan 13 medallas de oro y tres Grand Prix en Europa, Estados Unidos y América Latina. Es el primer y único mexicano en ganar una medalla de oro en las Olimpiadas del Ballet en la ciudad de Jackson, Misisipi, a la edad de 15 años.
Una cita con el arte
Por ello fue un verdadero deleite verlo en el Auditorio Nacional de la CDMX, en donde se presentó con bailarines de las compañías de Londres, París, Nueva York y San Francisco.
Definitivamente, su camino no ha sido fácil, pero su pasión, la guía de sus padres y su lucha por alcanzar sus sueños, han rendido frutos… y hoy es el mejor.